Para que un sake pueda considerarse "koshu" debe haber madurado mínimo 3 años, lo que se traduce en un cambio de color, de amarillo pálido a dorado o ámbar, y de notas de sabor, con toques de caramelo y vainilla que recuerdan al vino de Madeira o al de Jerez. Esta evolución a lo largo del proceso de maduración se explica con las reacciones de Maillard que se producen entre los azúcares y los aminoácidos presentes de forma natural en el sake.
El mítico arroz para sake Shinriki recobra vida en este Tatsuriki Junmaï. Este sake es elaborado con arroz 100 % Shinriki y una proporción de kôji tres veces mayor a la normal. Además, es sometido a un largo proceso de maduración especial conservado en secreto. A través de este proceso, el sake adquiere un aroma intenso y dulce, que recuerda a los higos, la miel, la vainilla y los frutos secos.
Nuestra combinación perfecta: magret de pato, venado, jamón ibérico de bellota, jamón negro de Bigorre, botarga cremosa, piña asada, plátano flambeado, tartaleta de chocolate, tarta de higos, higos asados o manzana con mantequilla, quesos azules, terrinas y escalopes de foie-gras.