La corriente de Kuroshio, la más grande del mundo después de la corriente del Golfo, que transporta aguas tropicales cálidas hacia el norte y las regiones polares, pasa por la isla volcánica Izu Oshima. Nuestros artesanos bombean este agua marina y la almacenan en bandejas de hierro. La luz del sol y el viento acaban condensando el agua marina tras dos semanas en otoño e invierno o 1-2 meses en primavera y verano. El agua va cristalizándose gradualmente en una sala con paredes de cristal. Este paso permite comprobar de manera precisa la concentración de sal y preservar el nigari (cloruro de magnesio natural). Este método solar hace que la Hoshi Shio brille.
Es una sal muy rica en cloruro de magnesio natural, se funde lentamente en el paladar y es bastante suave.
Principales minerales (por cada 100 g): 36,37 g sodio, 525 mg magnesio, 525 mg calcio, 157 mg potasio.
Nuestra combinación perfecta: tempura, helado, caramelo, chocolate, trufas, carpachos, tartares...