La dulzura natural y el aroma robusto del arroz glutinoso junto con sus sabrosos componentes aportan un sabor excepcional a los platos.
Este hon-mirin es elegido por los chefs más exigentes de restaurantes japoneses de lujo y recomendado por otros restaurantes con estrellas Michelín.
Su "dulzura elegante" no se debe al azúcar.
La glucosa, responsable de proporcionar ese toque dulzor al hon-mirin, tiene un mejor regusto que el azúcar y es más refrescante y elegante. El azúcar es solamente sacarosa, mientras que el hon-mirin contiene más de 9 tipos de azúcares, entre los que se incluye la glucosa. Por esta razón, su sabor no es solo refrescante, sino también sabroso y redondo, lo que le confiere un profundo dulzor.
El shöchü de calidad empleado en su preparación potencia el aroma, la riqueza y la exquisitez de los alimentos, además de acelerar la penetración del sabor en los ingredientes de manera uniforme. El umami se concentra en los ingredientes que componen el plato.
Dado su alto contenido en azúcares y aminoácidos, el mirin intensifica el color de los alimentos cocinados al horno o a la barbacoa, por no hablar de los salteados de carne.
El alcohol que contiene este mirin evita que la pectina se disuelva y los alimentos se deshagan al hervirlos a fuego lento. Inhibe olores fuertes como el del pescado y los despojos y potencia los sabores ocultos.
Combina bien con condimentos naturales y mejora su calidad.
Este mirin natural también combina bien con condimentos fermentados tradicionales: miso, salsa de soja, vinagre...
Su textura líquida contribuye al reparto de sabores de manera uniforme a la hora de mezclarlo con otros alimentos.
El hon-mirin Kokonoe Sakura suaviza el sabor salado y la acidez del vinagre en los platos.
Nuestra combinación perfecta: vieiras desglasadas y pescados grasos o incluso woks y salteados de carne, adobos, condimentos con salsa de soja como base, miso, vinagre, postres afrutados, cremas...