Los udon son fideos japoneses blandos elaborados con harina de trigo, agua y sal, que suelen servirse en un caldo sencillo a base de dashi. Tradicionalmente son de color blanco. Se trata de uno de los platos más populares de Japón. Los udon son más gruesos que los soba de trigo sarraceno.
Su grosor suele variar entre dos y cuatro milímetros. Pueden ser planos o redondos. Los udon, originarios de China, se introdujeron en Japón en el siglo VII. Tenían forma cuadrada o rectangular. Todavía se encuentran con esta forma en China. La forma alargada actual apareció en el siglo XIV. Hoy en día, el udon se consume en todo Japón, pero sobre todo en Kagawa, Osaka y Kyushu.
El udon se sirve en un cuenco especial, en sopa o con salsa, y se come con palillos, llevando los fideos a la boca y haciendo un ruido de succión. Los japoneses explican que este ruido realza los sabores y ayuda a enfriar los fideos calientes a medida que entran en la boca.
Si hay caldo, se puede beber directamente del cuenco. Por lo tanto, los platos de fideos udon gruesos merecen un cuenco que les haga justicia. El udon debe mezclarse para disfrutar plenamente de sus sabores. Un cuenco más ancho y profundo permite girarlo y mezclarlo cómodamente sin derramarlo. Estos cuencos gruesos mantienen caliente el caldo del udon.
El udon se puede degustar durante todo el año. En épocas frías, el udon se consume caliente en un caldo rico. En verano, se consume frío o caliente en un caldo más ligero, acompañado de verduras frescas y tempura.
Estos fideos udon están elaborados con trigo 100 % «Kitahonami» de Hokkaido. Como su nombre indica, «extra gruesos», estos udon tienen una firmeza, elasticidad y textura que nunca antes habrás probado con los udon normales.
250 g = cantidad para dos personas
Volumen de agua para la cocción: 3,5 litros (agua sin sal)
Tiempo de cocción en agua hirviendo: 12 minutos
Remueve los fideos udon para que no se peguen entre sí. Al final de la cocción, escurrir los fideos udon en un colador y enjuagarlos con agua fría del grifo para enfriarlos rápidamente y detener la cocción.
Una vez enfriados, enjuagar los fideos udon con agua del grifo amasándolos con las manos para eliminar el almidón responsable del efecto pegajoso. Por último, escurrir el agua. En verano, si se sumergen en agua helada para endurecerlos, quedarán aún más firmes y esponjosos.