Este té ecológico se cultiva en una zona montañosa a unos 600 metros de altitud, con vistas al monte Fuji y al océano Pacífico (bahía de Suruga), en la prefectura de Shizuoka. La plantación de té se cubre muy a menudo de niebla. La temperatura a esta altitud varía mucho entre el día y la noche, lo que permite que las hojas de té crezcan lentamente y produzcan un té de gran calidad y rico sabor.
En boca es fresco, ligero, sin amargor, con ligeras notas de malvavisco, seguido de un final afrutado con sabores dulces y salados. Este té, un grand cru, puede disfrutarse solo o con frutos secos y galletas seleccionadas.