El nori es un alga roja comestible que crece en las rocas de aguas poco profundas. En estado salvaje, el alga nori es roja con hojas plegadas que pueden ser rojas, rosas, marrones o verde oscuro.
El nori tal y como lo conocemos se elabora a partir de una especie de alga roja del género porphyra yezoensis. El nori se cultiva en grandes cantidades en el sur de Japón, en la parte occidental de la isla de Kyushu. Las granjas de algas están situadas a lo largo de la costa. Adoptan la forma de plantaciones de redes justo debajo de la superficie del agua.
Las redes se siembran con piropia. El alga crece rápidamente a partir de la semilla: el nori fresco está listo para cosechar en unos 45 días. La recolección se realiza desde embarcaciones o a máquina, recogiendo las capas superiores de nori y volviendo a colocar las redes en su sitio. Al cosechar sólo la capa superior, habrá más nori fresco para cosechar 10 días después. Una vez cosechado, el nori se corta, se despulpa y se le quita el agua presionándolo mientras se alisa en finas hojas.
A continuación, las hojas se secan en una rejilla durante horas o días, dependiendo de su grosor y de la temperatura ambiente. Una vez más, la tecnología moderna ha agilizado este proceso, y hoy las hojas de nori pueden secarse en sólo unos minutos. Una vez recolectada, el alga nori se seca en láminas y adquiere un aspecto negro o marrón.
Estas tazitas de alga nori se están popularizando en los buffets de catering de Japón como recipientes para canapés (aperitivos salados). Son sencillas de utilizar, muy sabrosas, fáciles de rellenar y crujientes. Aportarán delicados toques yodados a sus platos.
Son perfectos para acompañar: puede adornarlos con productos frescos, nata, carne de cangrejo y otros mariscos...