Soba es la traducción japonesa de trigo sarraceno. Los soba son fideos elaborados, por lo general, a partir de una mezcla de harina de trigo sarraceno (soba-ko) y harina de trigo (komugi-ko). Estos fideos se encuentran entre los más conocidos y apreciados de Japón.
Los más raros se elaboran con harina 100 % de trigo sarraceno. El trigo sarraceno les da su característico color oscuro, gris parduzco. Tan gruesas como los espaguetis, las soba se pueden consumir frías o calientes.
La mayor parte del trigo sarraceno japonés proviene de Hokkaido, su origen más reputado. El trigo sarraceno es naturalmente libre de gluten, rico en antioxidantes y beneficioso para el control de la glucemia. Es rico en nutrientes buenos para el corazón, especialmente magnesio y fibra.
Los japoneses son muy exigentes con la textura de los fideos, que deben ser firmes, «al dente». Los japoneses consideran que la soba es un símbolo de larga vida.
Por eso siempre la comen en Nochevieja. La soba se toma caliente o fría con una salsa tsuyu, que suele elaborarse con dashi, mirin y salsa de soja. La soba tiene un sabor intenso que puede recordar a las avellanas o a las galettes bretonas.
Esta soba está deliciosamente aromatizada con sésamo negro y tiene una textura cremosa. Cuanto más la masticas, más puedes disfrutar del sabor aromático del sésamo negro.
300 g = cantidad para dos personas
Volumen de agua para la cocción: 3,5 litros (agua sin sal)
Tiempo de cocción en agua hirviendo: 6 minutos
Remueve los soba para que no se peguen entre sí. Al final de la cocción, escurrir los soba en un colador y enjuagarlos con agua fría del grifo para enfriarlos rápidamente y detener la cocción.
Una vez enfriados, enjuagar los soba con agua del grifo amasándolos con las manos para eliminar el almidón responsable del efecto pegajoso. Por último, escurrir el agua. Si se introducen los fideos en agua helada para endurecerlos, quedarán aún más firmes y esponjosos.